Reciclar es una opción práctica que genera ahorros

Solo falta un poco de voluntad e ingenio para trabajar en función de entretenerte y ahorrar un dinero con lo que ya descartaste

El rápido ritmo de la vida no nos deja ver que aquello que se queda en depósito de los trastes y que puede tener una segunda oportunidad.

Esa oportunidad no necesariamente tiene que ver con la función que ese elemento desechado, pero sí para otras cosas útiles en la casa.

Un caso típico de ello son las puertas. Ese elemento que nos permite tener una privacidad de un lado a otro, puede convertirse en infinidades de cosas jamás imaginadas que van desde muebles de patio hasta muebles de habitación.

No necesariamente tiene que ser tuya, el ojo de quien sabe hacer bricolaje ve en la casa ajena lo que necesita para sí mismo.

Esa vieja puerta que desmontó y sustituyó por una puerta corrediza para ganar espacios puede volverse desde una maceta hasta percheros, todo cabe en la viña de las puertas.

Con un par de soportes, puede ser una mesa de trabajo en el patio de la casa para colocar esas herramientas que nos ayudan a mantener el jardín o brindarnos apoyo en nuestros arranques de artesanos, cuando nos animamos a explorar nuestras habilidades.

También se pueden seccionar y volverlas un estante para ayudar a poner orden

Ahorre dinero

Comprar un mueble puede ser una inversión que podemos ahorrarnos.

Para realizar una repisa solo falta una puerta pequeña, algunos L-brackets, que es donde quizá gastemos más y anexarlo a la pared. Nada complicado si se le ve bien por el lado positivo.

Solo basta poner la tabla, medir la incisión de los huecos en la pared, colocar los L-Brackets en la medida perfecta, taladrar y listo.

Tienes menos trastes regados y un nuevo lugar en el que organizar todos los elementos que estaban desperdigados por allí.

Otra cosa en la que puede ayudar una puerta vieja, además de organizar, es crear un perchero de una forma tan rústica que puede resultar encantadora.

Allí se pueden colocar desde chaquetas o llaves en la entrada de casa, hasta tazas o paños en la cocina. Tan solo basta anexarle unas extremidades donde colgarlo, pensando siempre cual es el sentido que quiere dársele.

Solo falta un poco de voluntad e ingenio para trabajar en función de entretenerte y ahorrar un dinero con lo que ya descartaste.

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